COMPROMISO JOVEN TE PREPARO UN INFORME PARA QUE VEAS QUE MUCHAS VECES LA HISTORIA ARGENTINA SE REPITE, NUNCA OLVIDEMOS EL PASADO, PARA PODER ENTENDER NUESTRO PRESENTE.
El sindicato camionero de Hugo Moyano logro ser reelecto por 4 años mas para ocupar la secretaria general de la C.G.T, ahora bien la pregunta es: ¿Fue legal y legitima la votación?. A simple vista queda claro, por mas que Luis Barrionuevo se haya autoexcluído de la elección y formado otra C.G.T, que logro una amplia mayoría en el congreso de la Central obrera, de 1711 congresales inscriptos en el padrón de la C.G.T, el encuentro en Obras había reunido a 1324: el 77 por ciento de los delegados en condiciones de votar.
La lista única que logro formar Moyano fue bautizada como lista 1, Celeste y Blanca. Y luego de una votación en 19 urnas y con la fiscalización del Ministerio de Trabajo –no se permitió el ingreso a la prensa hasta que terminaron los comicios–, se conoció el resultado. Estaba cantado. La lista 1 había sido votada por 1294 congresales, 30 habían votado en blanco y no se habían registrado votos nulos. Además de la reelección de Moyano, la elección confirmó el retorno a la conducción de la resucitada Unión Obrera Metalúrgica. Con la incorporación de los metalúrgicos y ajedrecísticos enroques entre secretarías y vocalías, el consejo directivo quedó integrado por moyanistas, gordos e independientes.
Pero mas allá de lo que haya ocurrido, debemos recordar que no es la primera vez en la historia que la C.G.T, se divide:
Haciendo un poco de historia hay que remontarse al 27 de septiembre de 1930, para recordar la conformación de la C.G.T, surgida mediante la unión de dos sindicatos, la USA y la COA.
Durante esta década, el crecimiento sostenido de las organizaciones sindicales se manifestó en su capacidad de movilización, que a partir de 1935 combina la huelga como arma de lucha y la aceptación del orden social existente, como forma de dejar de lado las acciones revolucionarias.
La Central Obrera mantiene su estructura hasta marzo de 1943, fecha en la que se divide en la CGT 1 y la CGT 2, que con el golpe de estado del 4 de junio de 1943, quedan desarticuladas.
El movimiento obrero se mostró inicialmente perplejo frente al golpe e indeciso sobre la posición que se debía adoptar. Estaba dividido en cuatro centrales (CGT Nº1, CGT Nº2, USA y FORA). Una de las primeras medidas del gobierno fue disolver la CGT Nº2 (dirigida por el socialista Francisco Pérez Leirós), los empleados de comercio de Borlenghi y los sindicatos comunistas (construcción, carne, etc.), acusándola de extremista. Ello llevó a varios de los sindicatos que la integraban a volver a la CGT Nº1 (secretario general José Domenech). Poco después el gobierno sancionó una legislación sobre sindicatos, que si bien cumplía algunas expectativas sindicales, al mismo tiempo permitía la intervención de los mismos por parte del Estado. En seguida el gobierno militar hace uso de esa ley para intervenir los poderosos sindicatos ferroviarios y corazón de la CGT, la Unión Ferroviaria y La Fraternidad. En octubre una serie de huelgas fueron respondidas con el arresto de decenas de dirigentes obreros. Pronto resultó evidente que el gobierno militar estaba integrado por influyentes sectores anti-sindicales.
En esas condiciones algunos dirigentes sindicales socialistas, sindicalistas y algunos comunistas, encabezados por Ángel Borlenghi (socialista y secretario general de la poderosa Confederación General de Empleados de Comercio en la disuelta CGT Nº2 socialista), Francisco Pablo Capozzi (La Fraternidad), Juan A. Bramuglia (Unión Ferroviaria), entre otros, decidieron, aunque con reservas y desconfianza, emprender una estrategia de alianzas, con algunos sectores del gobierno militar que compartían los reclamos sindicales. Entre los militares estaban los jóvenes coroneles Juan D. Perón y Domingo A. Mercante.
Los sindicalistas proponen a los militares crear una Secretaría de Trabajo, fortalecer la CGT y sancionar una serie de leyes laborales que aceptaran los reclamos históricos del movimiento obrero argentino. Poco después, la alianza entre sindicalistas y militares obtuvo que el gobierno militar designara a Perón como Director del Departamento de Trabajo, un cargo aparentemente sin valor alguno. Un mes después, consiguen elevar la jerarquía del organismo a Secretaría de Estado (2 de diciembre de 1943). Desde la Secretaría de Trabajo, Perón, con el apoyo de los sindicatos empieza a desarrollar gran parte del programa sindical histórico: se crearon los tribunales de trabajo; se sancionó el Decreto 33.302/43 extendiendo la indemnización por despido a todos los trabajadores; más de dos millones de personas fueron beneficiados con la jubilación; se sancionó el Estatuto del Peón de Campo y el Estatuto del Periodista Profesional; se crea el Hospital Policlínico para trabajadores ferroviarios; se prohíben las agencias privadas de colocaciones; se crean las Escuelas Técnicas dirigidas a obreros; en 1944 se firmaron 123 convenios colectivos de trabajo que alcanzaban a más de 1.400.000 obreros y empleados y en 1945 otros 347 para 2.186.868 trabajadores.
En ese marco los sindicatos comenzaron un período de gran crecimiento, y lo que fue aún más decisivo, comenzaron a afiliar masivamente a los "nuevos" trabajadores, los que estaban migrando masivamente a la ciudad desde el interior del país, los llamados "morochos", "grasas" y "cabecitas negra" por las clases medias y altas, y los propios trabajadores "viejos" descendientes de la inmigración europea.
Poco después, algunos sindicatos que se habían mantenido alejados, la CGT Nº1, la USA y los gremios autónomos, comienzan a unificarse en torno de la Secretaría de Trabajo. Pero en sentido contrario, en septiembre de 1945, 4 importantes sindicatos se separan de la CGT: La Fraternidad, la Unión Obrera Textil, la Confederación de Empleados de Comercio y el Sindicato del Calzado.
La alianza entre sindicatos y el grupo de jóvenes militares encabezados por Perón generó inmediatamente una fuerte oposición de los sectores conservadores políticos, económicos y militares, con apoyo de la embajada de Estados Unidos (Braden) que genera una alta polarización para 1945. Los hechos se sucedieron vertiginosamente.
Comienzan a producirse manifestaciones masivas de sectores estudiantiles en contra de lo que denominan "la dictadura de las alpargatas" . Las manifestaciones obreras contestan: "alpargatas si, libros no".
El 12 de julio de 1945 los sindicatos dirigidos por Borlenghi realizan un acto masivo el centro de la ciudad de Buenos Aires (en Diagonal Norte y Florida). Al finalizar, la multitud de trabajadores comienzan a corear el nombre de Perón y lo proclaman como candidato a presidente.
La manifestación obrera es respondida el 19 de septiembre por los sectores medios y altos con la Marcha de la Constitución y la Libertad, que reunió la extraordinaria cantidad de 200.000 personas, marchando del Congreso a los barrios de clase alta (Recoleta), donde apoyan al ex presidente Rawson que sale al balcón de su casa.
Días después Rawson presento un planteo militar que fracasa pero abre el camino al conato militar del 9 de octubre de 1945 que exige la renuncia de Perón. El gobierno militar, para no caer, acepta.
El 10 de octubre en el momento que Perón deja el despacho, la CGT realiza un acto en su apoyo en la esquina de las calles Perú y Alsina. Perón se dirige entonces al acto y pronuncia un famoso discurso en el que detalla un avanzado programa de reivindicaciones laborales.
El Círculo Militar (Palacio Paz) se convierte entonces en el centro político de los sectores más conservadores y los estudiantes. En un acto espontáneo se reclama el fusilamiento de Perón y se organiza una "partida" para realizar la misión. Las calles de la ciudad es ocupada desorganizadamente por las clase medias que piden la cabeza de Perón.
El gobierno ordena la captura de los dirigentes sindicales que pasan a la clandestinidad. Perón es detenido por la Marina y confinado en la Isla Martín García.
La detención de Perón es recibida con júbilo por las clases medias y altas, y por el movimiento estudiantil, que organizan un acto masivo sin precedentes en la Plaza San Martín, frente al Círculo Militar. El país entre en un estado caótico y pre-revolucionario.
En los días siguientes se anuncia en las fábricas que los convenios colectivos quedan sin efecto, y se despide a miles de delegados sindicales. El día 16 de octubre la quincena se cobra sin los adicionales de las leyes laborales sancionadas en los dos últimos años. La CGT convoca a una "huelga general revolucionaria" para el 18 de octubre.
Sin embargo los líderes sindicales locales no esperan y el día 17 de octubre de 1945 se produce la manifestación obrera más importante de la historia argentina. Cientos de miles de trabajadores, hombres y mujeres, de las zonas marginales, invadieron la ciudad reclamando la libertad de Perón. El gobierno militar llegó a cortar los puentes que separan la ciudad de las zonas fabriles (Avellaneda), pero la movilización fue indetenible y tomó por sorpresa a los sectores medios y altos de Buenos Aires. Se hizo famosa entonces la frase de un dirigente político radical unionista: "es un aluvión zoológico". La presión de la multitud obligó al gobierno militar a liberar a Perón esa noche. La propia multitud exigió que Perón saliera a uno de los balcones de la Casa Rosada, lo que finalmente hizo, por primera vez.
La movilización del 17 de octubre de 1945 obligó al gobierno militar a llamar a elecciones, que se realizaron cuatro meses después, resultando elegido presidente Juan D. Perón, con el apoyo del recientemente creado Partido Laborista por parte de un gran número de sindicatos.
Poco después de las elecciones que le dieron el triunfo a Perón, los diferentes partidos que integraban la coalición que lo apoyó se disuelven para fusionarse en el Partido Justicialista. De ese modo desaparece el efímero Partido Laborista Argentino. Solo Cipriano Reyes, uno de los principales dirigentes del sindicato de la carne que jugó un papel decisivo en el 17 de octubre y el posterior triunfo electoral del peronismo, intenta mantener el Partido Laborista. Pero al enfrentarse con Perón queda aislado y finalmente es detenido, bajo la falsa acusación de haber intentado matar al presidente y su esposa y será condenado a 10 años de prisión.
El movimiento obrero fue considerado la columna vertebral del Partido Justicialista. La CGT unificada adquirió un enorme poder. Sus afiliados pasaron de 80.000 en 1943, a 1.500.000 en 1947 y 4.000.000 en 1955. La CGT participaba de las reuniones de gabinete. En el Parlamento, un tercio de los diputados correspondía a la rama sindical, que funcionaba como bloque. La nueva provincia del Chaco que tomó como nuevo nombre el de Presidente Perón se conformó como un Estado sindical. Y cuando en los años finales del gobierno peronista, se expropió al diario conservador opositor "La Prensa", el mismo fue entregado a la CGT. Se sancionó la Ley 14.250 (de Convenios Colectivos de Trabajo), ratificando el papel central de los sindicatos.
Con la caida de Peron y la impronta de la famosa Revolución Libertadora, la CGT y la 62 Organizaciones, surgida en 1957 como brazo político del peronismo, toman una actitud de compromiso ante al vaciamiento ideológico. La Central Obrera no se normaliza hasta enero de 1963, aunque en este período mantuvo conducción José Alonso, de FONIVA, y representantes de Augusto T. Vandor de la U.O.M.
De 1958 a 1966, tres presidentes: Frondizi, Guido e Illia, sufrieron los embates de la lucha organizada del sindicalismo de la C.G.T., aunque el peronismo estuviera proscrito o hubiese divisiones internas y antagónicas. Por eso de 1966 a 1973 surge la CGT Azopardo que agrupa los gremios más poderosos y tenía una actuación moderada y la CGT de los Argentinos, confrontacionista.
Mas adelante la historia nos muestra que el acceso al poder de un gobierno peronista después de 13 años de persecución y oposición, abría grandes expectativas en todos los sectores sindicales, frente al histórico hecho de que el sindicalismo era considerado como columna vertebral del peronismo.
Sin embargo el gobierno de Carlos Ménem modificó la tradicional relación del peronismo con los sindicatos, apartándolos de los centros de poder y emprendiendo una serie de reformas económicas y laborales, bajo el signo del Consenso de Washington, que impactarán negativamente sobre la situación del trabajo.
Esto producirá una crisis del sindicalismo peronista debido a que cada uno de los sectores que lo integraban emprenderán estrategias diferentes frente al menemismo.
· El sindicalismo de negociación se dividirá en dos grupos:
* los sindicatos menemistas, que apoyaron sin vacilaciones la política gubernamental, lo que les permitirá, entre otras cosas, controlar el sistema de Obras Sociales.
* los sindicatos gordos, los grandes sindicatos, que ante el apoyo masivo de los trabajadores a Carlos Menem, desarrollaron una táctica de preservación, mostrando cierta autonomía frente al gobierno menemista, volcándose al desarrollo de relaciones de negociación colectiva con las grandes empresas, influenciando a sectores no alineados con el menemismo (especialmente Eduardo Duhalde) y conservando buenas relaciones con la oposición, especialmente con la UCR.
· El sindicalismo de confrontación peronista ortodoxo, localizado centralmente en sectores industriales y del transporte privado, buscó obligar al menemismo a restablecer el rol privilegiado del sindicalismo en el interior del gobierno y aplicar una política económica nacionalista.
· El sindicalismo peronista de perfil socialcristiano, cercano a la Central Latinoamericana de Trabajadores (CLAT), tomó una posición de oposición frontal al neoliberalismo y sostuvo una línea en la que se combinan el nacionalismo y latinoamericanismo, "economía social de mercado" y la propuesta de una economía de propiedad mixta, "solidaria y humanista".
Cada uno de estos sectores comenzó a actuar en forma independiente y a poco andar la CGT se fracturó.
El sindicalismo peronista de perfil socialcristiano, fundamentalmente apoyado en uno de los sindicatos públicos (ATE) y una de las federaciones de docentes (CTERA), en 1991 se separa de la CGT para crear el Congreso de los Trabajadores Argentinos (CTA) que se organiza en 1995 definitivamente como Central de los Trabajadores Argentinos (CTA), condicida por el estatal Víctor de Gennaro. En la CTA confluirá también una considerable minoría trotskista y comunista, estimada en el 30% del total de sus miembros.
El sindicalismo de confrontación peronista ortodoxo, en 1994 crea un grupo autónomo dentro de la CGT, el Movimiento de los Trabajadores Argentinos (MTA), y en 1997 se retiran de hecho de la CGT.
Mientras tanto la CGT Oficial pasó a ser controlada por los sindicatos gordos, en detrimento del sindicalismo menemista.
En 1997 el menemismo es derrotado por la Alianza UCR-FREPASO. En las elecciones parlamentarias de 1997 se produjo un punto de inflexión en la relación del gobierno menemista y el conjunto del movimiento obrero. La CGT se sumó al MTA, la CTA y la Corriente Clasista y Combativa (CCC), en las movilizaciones producidas en 1997 contra la política económica, que fueron radicalizando sus objetivos hasta convertirse en acciones colectivas de crítica al propio presidente Ménem.
En 1997 se comienzan a evidenciar las dramáticas consecuencias sociales del abandono del Estado de Bienestar y del proceso de privatizaciones que produjo al cierres de refinerías, plantas y minas, del 90% de los ramales ferroviarios, al establecimientos de peajes, etc., afectando la supervivencia de ciudades enteras. El 12 de abril de 1997 cientos de rabajadores desocupados de la ciudad neuquina de Cutral-Co, en su gran mayoría ex obreros petroleros y de la construcción, surgen de la invisibilidad para formar piquetes y cortar con la ruta 17. En la represión muere Teresa Rodríguez. Poco después los piquetes reaparecen en Salta (Tartagal y Mosconi). Al mismo tiempo surgen los piquetes en el partido bonaerense de La Matanza. Fue entonces que aparecen los empleos transitorios bajo el nombre de planes "Trabajar".
Todos estos momentos historicos nos muestran que lamentablemente la historia argentina siempre se vuelve a repetir, desde COMPROMISO JOVEN, esperamos que esta nueva division de la central obrera no sea producto de operaciones políticas de algunos ex funcncionarios que quieren debilitar el Gobierno de Cristina K. operando en todos los ámbitos politicos.
miércoles, 9 de julio de 2008
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4 comentarios:
analizando todo lo que esta ocurriendo en el ambito politico en estos ultimos tiempo, hago la evaluacion en el Sr. Duhalde se esta armando para volver y ser millones!
Ceci...
Peronismo ,Jovenes Argentinos debemos levantar, concientizar al pueblo, para pues decir de una vez por todas !!!Viva la patria!!!...
...Cristina, Cristina Corazón, acá tenés los pibes para la liberacion...
Leo...
Hugo te llevamos en el Corazon, sos el verdadero representante de los Trabajadores, yo al igual que nuestro compañero Bernaudo que Te mira desde el Cielo esta orgulloso de ti. Adelante Hugo
Mariano...Grondonaaa..
Me parece que te faltó poner que Cristina y Néstor estuvieron al lado de Moyano en una señal tremenda de apoyo y presión hacia los votantes...la Democracia es algo mas que una palabra, una mínima presión sobre ella y deja de ser democracia.
De todas maneras, ustedes, siendo jóvenes, creo que deberían apuntar a un país diferente, ya sin dinosaurios ni gorilas, sin golpes, sin violencia, sin viejas políticas( que todas en mayor o menor grado nos destruyeron el país dividiendolo por medio de la generación de odio entre Argentinos), una Argentina nueva chicos...una Argentina para los Argentinos...chequen bién la historia reciente de las principales empresas del país, se van a sorprender.
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